¡Puaj!

Te aborrezco.
eres como estiércol en mis huesos
tu cobardía me detiene
y tu infantil proceder
me tuerce las entrañas.

Tengo más de mil gritos
atorados en el espíritu
y otros mil en los oídos
te aborrezco
de una manera sobre humana
antinatural y sacrílega.

Pienso en ti y
deseo desaparecer
maldito el día en que me topé contigo
maldito el día
en que te llamé amor
maldito el día en que te llamé amigo.

Te odio, te odio
y pisoteo todo lo bueno que alguna vez
te deseé;
con mis propias manos y cegado de ira
te maldigo
y destruyo todo eso que nos unía.

Aparta de mi tu mirar iluso
tu imagen de bondad
sé exactamente lo que eres
conozco perfectamente
todos tus disfraces
y estoy hastiado de tus lisonjas.

Eres como estiércol, estiércol en mis huesos
todo lo que tocas, manchas
todo lo que amas, arruinas
todo lo que se acerca a ti
perece.

Eres putrefacción andante
angustia y desolación,
espero, de todo corazón
que nunca encuentres descanso
y que vayas por el mundo
buscando
alguien más a quien arruinar.

In - timida - d

Te encanta intimar conmigo.
Es tu debilidad
ofrecerme tu cuello,
majestuosa torre de satánico
cariño,
para que mi pájaro corazón
te suspire una palabra
o dos,
mientras mi nariz
se adormece en tu
hombre hombro
y bailamos, bailamos
sin que te des cuenta,
gime tu alma la lujuria
castigada de no ser correspondido
y casi hace coro
con mi alma castrada
de caricias,
que brota de cuando en vez,
piel adorable
llena de vida que me levanta
y me derriba.
Sabes, con terrorífica
exactitud
cuando preciso de tu olor y de tus manos
corriendo libres por el campo
verde cerro de mi cuerpo,
nos sabemos de memoria
nos sabemos corazón
¿Nos saborearemos amor?
Te entrego mi hombro para que tu
mente de viejo niño descanse
mientras mis manos cubren
tus parpados cansados.
Me gustas tanto,
que te idolatro,
en pleno uso de mis facultades
levanto tu reciente infancia
y te reservo besos
extáticos de adoración blasfema,
queriendo a cada segundo
acunarte entre mis brazos
y recibirte dentro de mi como quien recibe a un
héroe
herido.