domingo, 19 de junio de 2016

Entre curvas e incertidumbre

He tratado de destruir tu imagen dentro de mi,
destrozarla.
Me he abierto las entrañas
deseando separarme de todo lo que tú significas
y he fallado en todos mis intentos.

Te he visto en mis sueños
bailando con suavidad entre niebla
y temblores, suspiros y flores,
te he divisado, vestido una vez más
de oro y estrellas, sonriéndome.
Sonriéndonos.

He tratado de destruir tu imagen dentro de mi
y en el proceso, esa imagen se ha hecho más fuerte.
No te destruí pero te herí,
dándote una corona de recuerdos amargos
y cosas que ni yo quisiera saborear de nuevo

Te he visto entre los cristales que se desprenden del sol
he adivinado tu silueta
recostada junto a la mía
he tocado el cielo de tu piel y te he cubierto
de lágrimas y besos.
Hemos hecho el amor
has modificado mi respiración,
hiciste a mi espíritu reír.

He tratado de destruir tu imagen dentro de mi
y solo conseguí llenarme de incertidumbre
temblar con el recuerdo de tu danza
cegarme con el fulgor de tus estrellas
devorar tantos recuerdos amargos
que ya no puedo más.

Quiero acunarte entre mis brazos
llorar todas tus lágrimas
cantarte al oído y salvarnos
de toda esta avalancha que inicié.
Muero de miedo al pensar que ya no te pueda gustar
muero imaginando mis días sin ti
y la verdad, quisiera morir
si todo esto llega a ocurrir

jueves, 16 de junio de 2016

Estrellas a tierra

Justo cuando veía el sol aparecer,
mi corazón se volvió tan indolente,
tan frío, tan alejado de todo,
tan tú.

No siento el llorar
no siento el querer
es como si el tropiezo de un ángel
me hubiera arrebatado
esa ínfima esperanza,
que deposité en ti,
de ser feliz.
Con un golpe lógica
te apagué
y ya no me dueles;
no duele el error de quererte
no duele el error de creerte
no duele el error de llamarte
no duele, no duele, no duele

El único error que duele
fue haber vestido de oro
y estrellas,
a un niño asustado
que no supo que hacer
con tanto tesoro puesto a
sus pies.

domingo, 12 de junio de 2016

Inagotable


Corro desesperado,
los acordes de tu ausencia
me persiguen en triángulos interminables,
furiosos e interminables.
Corro por estas calles de tango
y pasión, el alma se me enreda en los pies;
ya no como, no duermo, no pienso ni corro
porque en todo aparece usted, haciéndome dudar
haciéndome tropezar,
en todo aparece su rostro
su no presencia.
Las ganas de contarle a la tarde
lo lindo que usted es, me oprimen.
Ya nadie quiere hablarme
nadie quiere oírme
ni siquiera usted, porque
mi discurso diario
se ha reducido a una salmodia perenne
que comienza y avanza con la palabra ven.
Ven y te quiero
ven y te abrazo
ven y te sirvo
ven, ven, ven
es lo único que puedo pensar
es todo lo que quiero decir.
Ven y te hago feliz,
ven que te quito las tristezas
ven y no demores
Porque los acordes de tu ausencia suenan más fuerte
y yo sufro.
Te sonrío y al viento le grito
volviendo siempre a la única canción de mi
repertorio.
Ven que te cuido,
ven y te duermo
ven y te beso.
Solo ven, ven, ven.
Déjame arañarte
déjame sanarte,
ven, ven
ven.

martes, 7 de junio de 2016

El que teme, no juega

Si usted quiere jugar conmigo,
hágalo. Juegue.
Veamos como le va.
Pero no se queje si pierde
y la boca se le llena de cal
y ya no tiene canto en el corazón
no llore si parece que las piernas le pesan
y el cielo le flaquea.

Yo a usted puedo idolatrarlo
y de la misma forma, destruirlo.
Mis brazos pueden levantarse
como columnas de humo
en adoración a usted
pero no sea incauto,
si abusa usted de esta adoración
el humo le puede zapatear en los ojos,
los suspiros se le pueden hacer lamentos
y los huesos tronarle, como si fueran un tormento.

No juegue si teme perder,
no juegue. Por el contrario,
mejor déjeme correr libre,
mire que nací solito
y la idea de vivir así, solo,
no me aterra tanto como usted cree.
Siempre puedo encontrar a otro que
me quiera como soy,
tonto miel
dulce empalagoso
rosa frenético y angustioso.

Déjese de tibiezas y quiérame, mejor será
quiérame y quémeme
quémeme y quédese.
No se vaya, juegue.
Juegue, no tenga miedo.
Esta bestia que tengo por corazón
ya se está acostumbrando a verlo a todas las mañanas
y celebra su presencia
respirando su nombre entre las sábanas.